En el último episodio de Beauty TV, conducido por Lucía, tuvimos el honor de escuchar la inspiradora historia del reconocido estilista marplatense Raúl Valenzuela. Con más de 30 años de carrera en el mundo de la peluquería, Raúl compartió con nosotros detalles de su recorrido, sus orígenes y las vivencias que lo llevaron a convertirse en un referente del estilismo en la ciudad.
Desde sus raíces rurales hasta su transformación en un profesional urbano, Raúl nos mostró cómo, al poner una tijera en sus manos, un mundo completamente nuevo se abrió ante él. Originario de una familia dedicada al cultivo de papas en la zona de General Alvarado, Raúl jamás imaginó que la peluquería sería su destino. A los 16 años, comenzó a frecuentar una peluquería local, y fue en ese espacio donde encontró su verdadera vocación.
"El primer corte que hice, recuerdo, fue en la peluquería de un amigo. A partir de ahí, me di cuenta de que este era el camino que quería seguir", confesó Raúl, mientras recordaba sus primeros pasos en este apasionante mundo. Con el tiempo, su talento y dedicación fueron reconocidos, y sus clientes empezaron a pedir por él. Aquellas primeras experiencias, cuando solo lavaba el cabello de las personas, marcaron un antes y un después en su carrera.
Uno de los momentos más significativos para Raúl fue cuando, al abrir su primer salón, vio cómo sus clientes esperaban con entusiasmo en la escalera. "Era una señal de que algo bueno estaba sucediendo. De a poco, las cosas empezaron a crecer de una manera increíble", recuerda.
En cuanto a sus influencias, Raúl menciona a grandes estilistas como Vidal Sassoon y Fabio Orcini como sus principales fuentes de inspiración. "Vidal Sassoon fue un maestro para mí. Su enfoque meticuloso y detallista me enseñó a valorar cada corte como una obra de arte", cuenta. Sin embargo, no solo la técnica lo ha impulsado en su carrera, sino también su enfoque humano y la conexión con sus clientes, algo que siempre ha valorado profundamente.
“La gente te elige por algo, y lo importante es transmitirles confianza y cariño. Cada cliente es una oportunidad para aprender algo nuevo. Si no te cansas de atenderlos, es porque ellos te enseñan a seguir adelante.”
Raúl también compartió la evolución de su carrera, mencionando que uno de los mayores desafíos fue cambiar el nombre de su primer salón, "Las tijeras de Raúl", a su propio nombre, "Raúl Valenzuela". Este fue un cambio crucial para consolidar su identidad profesional, lo que le permitió abrir nuevas puertas y oportunidades.
Además, sus viajes de formación a Europa fueron una parte esencial de su crecimiento. En particular, el curso que realizó en la sede de Vidal Sassoon en Londres fue un punto de inflexión en su carrera. "Ese viaje me abrió la mente y me permitió ver la peluquería desde otra perspectiva, lo cual fue esencial para seguir evolucionando", recuerda.
Hoy, Raúl se sigue destacando no solo por su habilidad técnica, sino por su visión de la peluquería como una verdadera fiesta, un lugar de encuentro donde la creatividad fluye libremente. “A veces intento tomarme un descanso los sábados, pero la verdad es que no puedo. Los sábados en la peluquería son una celebración, y eso se refleja en el trabajo que hacemos”, asegura con una sonrisa.
Por último, Raúl compartió un consejo invaluable para los nuevos estilistas que recién comienzan: “Equivocarse es parte del proceso. Si no te arriesgas, no aprendes. A los jóvenes les digo que lo intenten, que se dejen llevar por la pasión y la creatividad. Y sobre todo, que nunca dejen de capacitarse. Hoy en día, con las redes sociales, hay un mundo de información a su alcance."
Con una carrera repleta de anécdotas y momentos significativos, Raúl Valenzuela es un claro ejemplo de dedicación, pasión y evolución constante. Su historia, que comenzó en el campo, hoy continúa brillando en la ciudad, donde sigue transformando vidas a través de su arte.
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