Mito 1: “Comer grasas engorda.” No todas las grasas son malas. Las grasas saludables, como las que se encuentran en el aguacate, las nueces y el aceite de oliva, son esenciales para el buen funcionamiento del organismo y pueden incluso ayudarte a mantener un peso adecuado.
Mito 2: “Saltarse comidas ayuda a perder peso.” Saltarse comidas puede ralentizar tu metabolismo y provocar que comas en exceso en la siguiente comida. Lo ideal es mantener una alimentación regular y equilibrada a lo largo del día.
Mito 3: “Los carbohidratos son siempre malos para ti.” No todos los carbohidratos son iguales. Los carbohidratos refinados (como el pan blanco y los dulces) pueden causar picos de azúcar en la sangre, pero los carbohidratos complejos (como los que se encuentran en los cereales integrales, las frutas y las verduras) son una fuente esencial de energía y nutrientes.
Mito 4: “Los productos light o bajos en grasa son siempre mejores.” Muchos productos bajos en grasa compensan la falta de sabor añadiendo azúcar u otros aditivos. Es más importante centrarse en la calidad de los alimentos y optar por opciones naturales en lugar de productos procesados.
Mito 5: “Comer de noche engorda.” No es tanto la hora en que comes, sino la cantidad y calidad de los alimentos que consumes a lo largo del día. Si comes una cena equilibrada y saludable, no tendrás problemas, independientemente de la hora.
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